Lágrimas
y semen en una noche aciaga.
Una manceba
enamorada
con
las pupilas dilatadas se hallaba,
tras
haber sido del virgo despojada.
Manchada
de rico amor,
como
una loca al maromo buscaba,
que
le arrebató la flor.
Suspiraba
contenta y desflorada.
Pobre
moza incauta,
por querer tocar
una flauta.
Ya
sabía lo que era ser follada.
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