jueves, 1 de septiembre de 2011

Flor escondida

En los muros de mi sensible corazón
hay grabado un destino,
y tras ellos un jardín de espinas
donde crece escondida
una orquídea salvaje.
Su olor extraño y recóndito
entre jazmín y limón
me perturbaba.
Una doncella se acercó curiosa,
buscando rosas en el jardín secreto.
Cada vez que cruzaba el umbral,
su vocecita se me metía
muy adentro.
Su cabello resplandeciente,
despeinado y alocado,
pedía que lo acariciara
lenta y suavemente.
La doncella volvía curiosa
por el extraño olor
sin saber que era una orquídea.