En una recóndita boca de mar
una lozana en su estado natural
paseaba entre rocas y coral
buscando a quien cautivar.
Se encontró con un lozano Tritón,
que presumía de su virilidad
y de ser hijo de Poseidón,
dios de las espumas y la fertilidad.
Le enseñó su bonito tridente,
y la sedujo entre las olas del mar,
a golpes de marea saliente.
La lozana rodeada de coral,
enamorada quedó de su tridente,
y preñada de amor torrencial.
21/12/12
viernes, 21 de diciembre de 2012
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