Desde el Olimpo, de los dioses morada,
Al mundo de los mortales ha bajado
Un bandido travieso por Zeus enviado
A buscar en griego una nota encantada.
Después que hubo en el aula penetrado,
Vio a la sensatez personificada,
A una otra moza, traviesa y alocada,
Y a excelentes signos de amor callado.
Oyó a las Helenidas la petición,
De su tarea realizada orgullosas,
Buscando el premio con gran exaltación.
Simpáticas, mimosas y belicosas,
Maquinaban en arribar al corazón
del profe, cargado de notas monstruosas.
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