Una mañana se escapó un hurón
en busca de una nueva víctima
para robarle el corazón
o como mínimo robarle el bocata,
a ser posible de salchichón.
Pero prefirió a las doncellas,
que eran simpáticas y bellas,
y cuando quedó saciado
volvió con su amo,
que estaba ya desquiciado.
POEMILLA PARA ROMPER EL TEDÍO
17 de junio de 2008
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